Artículos

domingo, 6 de mayo de 2007

Cuanto vales?


¿Alguna vez te hiciste esa pregunta?, si no es así, quizás esta sea una buena oportunidad para que te detengas cinco minutos y te la hagas, ¿cuanto vales?
Cual es el valor que crees que tú tienes, y si fuera que crees que es mucho o poco, ¿estás seguro que condice con la realidad?

Para responder esta pregunta, tendríamos que analizar el factor que determina el valor que nos asignamos. En muchos casos hemos comprado la opinión de otras personas, respecto de nuestro valor, y en virtud de esa calificación manejamos nuestras vidas, tomando decisiones, condicionados por ese valor asignado.

Escuche de personas que han crecido con el discurso de sus padres u otra autoridad, diciendo que eran incapaces de alcanzar ciertos logros, o no aptos para realizar tal o cual actividad. Seguramente el niño que crezca escuchando acerca de el que no puede, o que no sabe, o que no sirve, seguramente desarrollará una personalidad con áreas de inseguridad, ya que compró esos discursos que le robaban cualquier dosis de confianza en si mismo.

En mi opinión es muy importante lo que creemos acerca de nosotros, ya que actuamos de acuerdo a lo que creemos que somos, por ejemplo, si tu crees que no tienes condiciones para poder estudiar, es más que probable que nunca pienses en iniciar una carrera universitaria, ya que tu creencia acerca de ti mismo te condicionará, y por consiguiente abortará muchas posibilidades de superación en lo intelectual o profesional.
Vemos así, como la estructura de pensamiento nuestra o de terceros nos condiciona.

¿Pero que sucede cuando el valor que compramos acerca de nosotros no es el real?


En nuestra sociedad, por lo menos en la cultura occidental, esta muy arraigo el siguiente concepto: Dime cuanto tienes y te diré cuanto vales, para muchos el valor de las personas está en sus recursos económicos. Este concepto, influencia a muchos, creando así pocos valiosos y muchos sin valor.

Llevando este tema hacia lo transaccional, si pensamos en el valor de algún objeto preciado, si podemos darnos cuenta del valor que tiene, y esta dado firmemente y reflejado en su precio. Dejando en claro que lo que vale mucho tiene un precio muy alto.

Como cristiano, no pude más que buscar una respuesta en donde creo es el lugar correcto, La Biblia.

De tal manera, amó Dios al mundo que ha dado a su único hijo, para que todo aquel que en El crea, no se pierda mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)

Dios pagó un precio muy alto, entregó a su propio hijo por nosotros, precio de sangre, esto me hace pensar que el valor que nosotros tenemos para Dios es muy alto, tal es así que entregó a su propio hijo por amor a nosotros. Nadie tiene mayor amor que este, que entregó la más preciado por ti y por mí.

Lejos estoy de querer escribir algún texto romántico, o una simple reflexión de amor, no es mi intención escribir líneas que suenen bonitas ni agradable a los oídos, solo trató de plasmar en esta reflexión lo mismo que en todas las otras. La muerte de Jesús en la cruz no forma parte de una fábula que pasó de generación en generación, fue un hecho histórico y real, que tiene repercusión hoy sobre tu vida, no es solo para aquellos que pertenecen a cierta elite, ni para ningún grupo religioso en particular. Jesús esta dispuesto a darte una vida abundante en todo sentido.


El te dice:
Tú no me has elegido a mí, sino que fui Yo quien te eligió a ti. (Juan 15:16)

Por mucho tiempo, al pertenecer a cierto grupo religioso con labores caritativas, pensaba que quizás yo era una buena persona por tomar la iniciativa de “estar” dentro de las cuatro paredes de una iglesia y hacer buenas obras. Cuan equivocado estaba, y cuan ignorante fui, al pensar que la iniciativa fue mía. Gracias a Dios hoy puedo entender que El me buscó primero a mi, y que lo mió solo fue tomar la decisión de decirle si a su invitación.

Seas quien seas, Jesús te esta buscando, y no le importa tu condición, ni tu color, ni tu religión, solo le importas tú.

El no tiene un grupo en particular a donde quiera llegar, El le responde a quien le llama, a todas las clases sociales, a todos los credos, a los agnósticos o ateos, repetiré la frase de un amigo: Aunque no creas en Dios, El sí cree en ti.

La invitación es para todos, ese fue el motivo de su muerte voluntaria en la cruz, poder establecer una relación personal contigo, vino para que tengas una nueva vida abundante.

Volviendo al principio de la reflexión, creo que para Dios valemos mucho, ya que pago muy caro por nosotros, y ese es el real valor de nuestras vidas, y debería ser solo ese concepto el que nos influencie.


Este es tiempo de acercarse a Dios!
En nuestras inseguridades, quiere mostrarnos el camino a seguir, darnos las respuestas que necesitamos a todas nuestras preguntas.

Cuando dices…
“No puedo resolver las cosas…”
Dios te dice: “Yo dirijo tus pasos” (Proverbios 3:5-6)

Cuando dices…
“Me siento muy solo…”
Dios te dice: “No te dejaré, ni te desampararé” (Hebreos 13:5)

Cuando dices…
“Tengo Miedo…”
Dios te dice: “No temas, que yo estoy contigo” (Isaías 41:10)


Cuando dices…
“Estoy muy cansado…”
Dios te dice: “Yo te haré descansar” (Mateo 11:28-30)

Cuando dices…
“Es imposible…”
Dios te dice:”Todo es posible” (Lucas 18:27)

Cuando dices…
“Yo no lo puedo hacer…”
Dios te dice: “Todo lo puedes hacer” (Filipenses 4:13)

Cuando dices…
“No sé como seguir…”
Dios te dice: “Yo te enseñaré el camino” (Salmo 32:8)

Cuando dices…
“No merezco perdón…
Dios te dice: “Yo te perdono” (1°Juan 1:9)

Cuando dices…
“Nadie me ama de verdad…”
Dios te dice: “Yo te amo” (Juan 3:16- 13:34)

Cuando te preguntas…
“¿Qué camino me conduce a Dios…?

Dios te dice: Mi hijo amado, JESUCRISTO (1°Timoteo 2:5)




Autor: Fabio Miguel Pereyra
http://reflexionesbreves.blogspot.com

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen post. Bonita reflexión.

Saludos.

Fabio Pereyra dijo...

Muchas Gracias Rigo!
Fabio.

Anónimo dijo...

Hay que tener fe para creer de ese valor.

Fabio Pereyra dijo...

Sin fe es imposilbe agradar a Dios.
No pide obras, solo fe.
Un gran saludo

Fabio Pereyra

Anónimo dijo...

Cuando a veces me pude haber sentido sin valor es porque solo me estaba mirando a mi,"mi ombligo"pero me di cuenta de lo que valgo al pensar en la obra de Jesus en la cruz y saber que soy salvo y que tengo acceso a una calidad de vida proporcionada por su sacrificio,generando la posibilidad de tener acceso al Padre.
Todo esto es tan importante que eso es lo que me hace ver que tengo valor porque El me lo dio.
Y es mas importante que el valor que yo mismo pueda tener de mi.

Fabio Pereyra dijo...

Arreglador, todos en algun momento creo nos hemos sentido devaluados, quizas por comprar una gran mentira a veces.
Gracias que pudimos entender el valor que Dios nos da.
Un abrazo!

Fabio