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jueves, 31 de mayo de 2007

De lo multitudinario a lo personal

Las años siguen su curso, todo cambian mas rápido de lo que esperamos, la tecnología avanza y ciertos conceptos de los tiempos modernos nos obligan a adecuarnos a nuevas estructuras.

Pertenecemos a un mundo que crece a niveles poblacionales, esto sucede casi sin que lo podamos percibir, en algunos países orientales hasta es necesario ganar terreno a los recursos fluviales, todo para encontrar lugar físico, necesario para el desarrollo de las personas, y así encontrar lugar para albergar a las masas.

Por mi actividad laboral, estoy relacionado con una corporación, antes he estado relacionada con otra, y lo que veo en común entre estas, es que debido a la necesidad de manejar grandes volúmenes de información, todo esta codificado, aún las mismas personas.

Un ejemplo claro, es que en dichas corporaciones, la mayoría de las veces, somos identificados con un código o ID.
Algunos de estos ejemplos podrían ser: para los sectores de recursos humanos tengo asociado un número de legajo, para el de ingreso a la red informática usuarios codificados y claves de accesos, para el de telecomunicaciones un código de salida para poder realizar llamadas locales o internaciones, estos son solo algunos de los ejemplos, podría así describir muchos otros.

La operatoria me obliga, que para cada una de las actividades que necesito realizar como individuo, sea necesario tener un número o código asociado.

Por otro lado, pero en el mismo sentido, es muy común que para el manejo poblacional desde las áreas gubernamentales, también sea necesaria esta operatoria.
Las estadísticas reflejan nuestra realidad personal en tan solo números. Por ejemplo, aquí en la Argentina, y estimo que en otros países será muy parecido, si lamentablemte alguien tuviera una pérdida de su poder adquisitivo a niveles mínimos, seguramente ayudará a contribuir en el crecimiento de estadísticas, que reflejan el índice de pobreza de la nación, o que si fuera que es empleado o desempleado, ayudará al fortalecimiento de los índices de las tasas de ocupación laboral.

¿Que quiero graficar con todo esto?, te preguntaras.

Noto que por una necesidad organizacional del ser humano, en muchas oportunidades y para el manejo de las masas, es necesario reducir nuestra individualidad a números, perdiendo así nuestro nivel personal, reduciéndonos tan solo a numerología.

Es que para este tipo de tarea se hace imposible personalizar, creando la necesidad de limitarnos a ser números, seguramente tiene que ver con una limitación natural del ser humano.

En contra posición con esto, quiero traer a nuestra memoria lo que sucedió cuando Jesús se involucro con las multitudes.

La historia narra que un día, Jesús estaba en medio de una multitud, mucha gente lo seguía y se amontonaba alrededor de El. Entre esa multitud estaba una mujer que desde hacia doce años tenía una enfermedad que le hacía perder mucha sangre. Había gastado todo lo que tenía en médicos, pero ninguno había podido sanarla. Ella se acercó a Jesús por detrás, tocó su manto y enseguida quedó sana.



Entonces Jesús preguntó a la gente:

“¿Quién me tocó?”

Pedro le dijo:
“Maestro, ¿no ves que todos se amontonan a tu alrededor y te empujan?”

Pero Jesús volvió a decirles:
“Estoy seguro de que alguien me ha tocado, pues sentí que poder salió de mi”

Cuando la mujer vio que ya no podía esconderse, se arrodilló delante de Jesús. Luego, frente a todos, contó por qué toco el manto de Jesús y cómo de inmediato había quedado sana.

Jesús entonces le dijo a la mujer:
“Hija, fuiste sanada porque confiaste en mí. Puedes irte en paz.”


Opuestamente al inicio de esta reflexión, vemos como en medio de la multitud, Jesús pudo personalizar y ver individualmente a esta mujer enferma, aún en medio de la muchedumbre.
Ella no fue un número más para El, que solo pase a sumar la estadística de sus seguidores, El pudo ver la necesidad personal, aún en medio de las masas.

Cuando todos lo estaban empujando y apretando, El pudo distinguir que alguien en particular lo había tocado.

Desde el punto de vista lógico lo que Jesús pregunto suena algo “tonto” o en el mejor de los casos sin sentido, ¿Cómo se le ocurre preguntar quien me ha tocado con semejante nivel de amontonamiento humano? Pero El insistió, y volvió a preguntar: “¿Quién me ha tocado?”

Será que Jesús pudo ver lo que otros no podían ver, la fe de esta mujer depositada en El, y no solamente pudo ver, sino también sentir, ya que poder salió de El.

No conozco tu actual situación, tampoco las vivencias que hoy estas atravesando, pero me atrevo a decir con total convicción que este es un tiempo de oportunidad. Tiempo en el cual Jesús puede y quiere verte en medio de la multitud, porque esta deseando tu sanidad en lo que respecta a todas las áreas de tu vida.

Quizás te sientas identificado con esta mujer, por haber gastado todo lo que tenías, en la búsqueda por diferentes lugares, pero aún así no poder encontrar solución a tu carencia.

No creo que el manto haya tenido ningún poder mágico, fue tan solo la fe depositada en el tiempo, y en la persona correcta.

Este es tu tiempo oportuno de acercarte con fe, para hallar la respuesta a las carencias que te oprimen. Sucede que a veces la simplicidad de relacionarse con un Dios de amor sea tan accesible que dudemos que lo único que necesitamos para el encuentro sea fe, pero es el único requisito, ya que sin ella es imposible agradar a Dios.

Escribo por necesidad personal, para poder extender lo que creo es el mensaje que da vida, un mensaje que Jesús pidió que extendiéramos por todo el mundo, para que hoy puedas encontrar el oportuno socorro que necesitas.

Todavía estas a tiempo de tomar la decisión más importante que te puedas imaginar, una decisión simple, pero con repercusiones que exceden lo terrenal, conocer de manera personal a Jesús.

Un Jesús que te esta buscando en medio de la multitud.



Autor: Fabio Miguel Pereyra
http://reflexionesbreves.blogspot.com/


Bases del autor: Lucas 8:43

viernes, 25 de mayo de 2007

Tuve hambre y me diste de comer

Denominaciones cristianas, se suponen que todas son seguidoras de Cristo, pero sucede que aunque hay un solo Jesús muchos son los diferentes movimientos, algunos muy distintos entre si, y otros no tanto.

En ciertas oportunidades veo como una competencia entre estos, cada uno exaltando y haciendo valer su propia doctrina y marcando los errores de las demás.
Quizás en alguna forma, pareciera como que hacemos mucho mas énfasis en todo aquello que por doctrina cristiana (y solo me refiero a las denominaciones dentro del cristianismo) nos separa, que lo que nos une, por lo menos ese fue mi caso en algún tiempo.

Es que para mi forma equivocada de ver, si no cumplía rigurosamente lo que “mi doctrina” cristiana establecía, quizás pensaba que el grado de aceptación de Dios sobre esa persona era menor, realmente estaba muy equivocado.

Con este tópico no quiero decir que cada uno debe crear a gusto personal una nueva denominación, ni que la existencia de las mismas sea un error, solo que entiendo que es casi un deber la sana convivencia entre los diferentes movimientos.

Al respecto, hoy quisiera recordarles las palabras de una mujer, nacida en la ex Yugoslavia, su nombre fue nombre Agnes.

Ella fue alguien que vivió su vida consagrada a Cristo, pero si de doctrina cristiana nos tendríamos que sentar a discutir, creo que personalmente tendría una gran lista con diferencias bien marcadas, y que sobre algunos temas referentes a doctrina tendría una gran lista con argumentos, válidos para que prevalezca mi posición, en lo que a doctrina respecta.

Pero viendo el fruto de su obra, su forma de pensar, proceder y el testimonio explícito que dejó, no puedo más que reconocer en ella una mujer de Dios.

Para entender un poco más de que les hablo, sería oportuno conocer algunas de sus expresiones y vivencias, ya que si sabemos como piensa alguien, si ese alguien es honesto en sus expresiones, creo que podemos conocer que es lo que hay en el corazón de esa persona.


Agnes, vivió una vida de servicio a Cristo, su ministerio se extendió a lo largo del mundo, y debido a su tarea recibió muchos reconocimientos a nivel mundial, alguna vez aceptó recibir el premio novel de la paz.

Ella fundó muchas congregaciones, ayudó a los más débiles, y como consecuencia de su amor por Jesús dejó todo por servirlo.


En cierta oportunidad, cuando una importante periodista italiana la entrevistó, y con motivo de su “éxito” en la fundación de muchas congregaciones y de ser condecorada con el premio novel de la paz, le preguntó lo siguiente, esperando recibir una respuesta vinculada con su premio o reconocimiento.

Periodista: “Agnes, en su vida ha cosechado muchos premios, ha fundado varias congregaciones, que se están extendiendo por todo el mundo, ¿Cuál ha sido el acontecimiento más importante que ha tenido en su vida?”

Agnes: “Le diré, sin temor a equivocarme, que el acontecimiento más importante que he vivido en mi vida ha sido mi encuentro con Cristo, Él es mi sustento y mi vida.”

Periodista: “¿Y puede hablarme de Él?”

Agnes: “Cristo es el amor para ser amado, el camino para ser recorrido, la verdad para ser proclamada, la vida para ser vivida.”

Estas fueron algunas otras de sus expresiones:

(*)
“En la vida moderna muchos buscan un golpe de suerte, un negocio redondo, una operación maestra, capaz de solucionar para siempre todos sus problemas y sus anhelos de felicidad. Y lo buscan en el dinero, en el poder, o en otros ídolos que ofuscan el corazón humano. Nada más engañoso y fugaz. La aventura más apasionante, el acontecimiento mas sobrecogedor que un hombre puede tener en la vida, es, sin lugar a dudas, el encuentro con Cristo.”



“El aborto es un homicidio en el vientre de la madre… Una criatura es un regalo de Dios. Si no quieren a los niños, dénmelos a mí.”


Este era su texto bíblico preferido:

Porque yo tuve hambre y me diste de comer, estaba desnudo y me abrigaste, enfermo y me curaste, sin techo y me alojaste en tu casa. Por cuanto lo hiciste con cada uno de estos más débiles, lo hiciste conmigo, dijo Jesús.

Ojala algún día, y solo como una consecuencia de amor por Cristo yo pudiera llegar a tener el diez por ciento del fruto de Agnes, ya que no puedo más que reconocer que ella fue alguien que predicó a miles, pero la mayoría de la veces sin la necesidad de abrir su boca, renunció a muchas comodidades, pudo ver a Cristo en cada enfermo, hambriento y necesitado.

Por lo menos para mí, ella fue un gran ejemplo digno de imitar, aunque no comparta algunas doctrinas.
Agnes murió en 1997, y hasta el día de hoy sus frutos influencian a muchos a vivir para Jesús, quizás sea porque ella pudo llevar a la práctica sus convicciones y no solo dejarlas morir en simples expresiones.

Agnes fue una preciosa sierva de Dios, que peleó la batalla de la fe, pero quizas su nombre no te represente demasiado, porque en realidad fue mas conocida como Teresa de Calcuta.


Autor: Fabio Miguel Pereyra
http://reflexionesbreves.blogspot.com/

*Frases extraídas del libro: Testamento, de Pedro Arribas Sánchez.

sábado, 19 de mayo de 2007

Dar vuelta la frase

Frase excusadoras, palabras que de alguna manera intentar justificar nuestras actitudes, y que en ciertas circunstancias pareciera que repetirlas nos genera una cierta dosis de autoridad, respaldo y justificación.

Nosotros, los cristianos, muchas veces somos los dueños proclamadores de algunas de estas frases. En más de una oportunidad cuando a alguna persona se le pregunta sobre su vida de relación con Dios responde: Yo tengo a Dios.

Pareciera que repitiendo esta frase uno adquiere un “nivel de santidad” superior.

Pero a veces, nos vemos involucrados con actitudes, formas de reaccionar o actuar que justamente dista mucho de la repetida frase: Yo tengo a Dios.

Creo firmemente, que si somos cristianos debemos amar a los demás, tarea no siempre fácil, estar alegres y vivir en paz con todos, ser pacientes y amables ,tratar bien al prójimo, tener confianza en Dios, ser humildes, y saber controlas nuestros malos deseos.

No intento hacer de esto una lista de “obligaciones” o “tareas” que debamos cumplir rigurosamente para ser poseedores de la eternidad, contrariamente a esto, deberían ser solo una consecuencia de vivir una vida de amistad con Dios. No me imagino caminando por las calles con una lista en mi bolsillo que me tenga que recordar: Tengo que amar a los demás, tengo que ser humilde, etc etc, definitivamente no, hay acciones que solo son consecuencia de algo, y este es el caso.

¿Será que solo esta será misión posible de algún super heroe de la portada de este post?, ¿batman, superman o la mujer maravilla?, la respuesta a esta broma es otra vez es no.

Si como cristianos nos cuesta vivir con aquello que debería ser lo que caracterice nuestra vida, si esto nos resulta muy difícil aplicar a nuestra personalidad, o está muy lejos de nuestra realidad, quizás sea momento para reflexionar en lo que a menudo le escucho decir a un amigo, dando vuelta la frase del comienzo, para ya no mas excusarnos más.

Si tienes a Dios, esa es una verdad inmensa, pero:

¿Cuánto tiene Dios de ti?

El que tiene oídos para oír que oiga.




Autor: Fabio Miguel Pereyra
http://reflexioenesbreves.blogspot.com/


Bases del autor: Galatas 5:22 y 23

jueves, 10 de mayo de 2007

Buenas obras

Filipenses 1:6


Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.


Meditación

"Mas el que endurece su corazón caerá en el mal" (Proverbios 28:14)


En su lecho de muerte, un hombre estaba lleno de temor por la incertidumbre de lo que le esperaba. Trató de consolarse recordando las muchas veces que fue a la iglesia.Se dijo: "He sido un buen hombre, nunca he hecho intencionalmente daño a nadie. Como esposo y padre he sido bueno, fiel y abnegado. He tratado siempre de ser buen ciudadano; he ayudado muchas veces en la iglesia. Dios conoce mi corazón. Sé que Él me dejará entrar al cielo".


Es cierto que Dios conoce a muchas personas como la del ejemplo citado. Pero la pregunta no es si Dios nos aceptará, sino si vamos a aceptar a su Hijo Jesucristo.Muchos creen que Dios lleva una lista de las cosas buenas y malas que hacen, y que cuando estén en su presencia la balanza se inclinará a favor de ellos.El único problema con esa creencia es que contradice la Palabra de Dios. Jesucristo dijo: "Nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).


La persona que asiste a la iglesia y oye las enseñanzas de la Palabra de Dios y no toma ninguna decisión, está corriendo un gran peligro.


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Meditación extraida de http://www.testificando.com/

martes, 8 de mayo de 2007

Paz sin lógica

Vivimos tiempos complejos, desde lo social a lo individual, muchos son los factores que alteran la paz a nivel mundial, pero también muchos otros los que nos alteran a nivel personal.

Dejando de lado la gran problemática de falta de paz en el mundo, que lejos esta de ser Disney, el cual necesitaría páginas y páginas para hablar, aunque sea un poco al respecto, preferiría hoy centrarme en la falta de paz en lo individual.

A menudo vivimos situaciones que no esperamos, y que quizás nos lleven a un terreno donde si hubiéramos podido optar, no lo hubiéramos hecho. Situaciones que como resultado final nos quitan la paz. Muchísimos podrían ser los motivos, para algunos podría ser alguna enfermedad, para otros problemas económicos, falta de trabajo, etc, etc, y así podríamos hacer una lista interminable.

Pero sin detenernos en algún ejemplo en particular, al final de la historia el desenlace es el mismo.

Quien de nosotros no ha vivido alguna situación donde la misma circunstancia lo ha llevado a la encrucijada final de la falta de paz.

Para muchos, el dinero es sinónimo de ella, la estabilidad laboral o una abultada cuenta bancaria. Pero en mi forma de ver las cosas, creo que llega un momento donde inclusive los poseedores de estos beneficios tampoco les alcanza el dinero, como fuente emanadora de paz, y erróneamente, continuando así la búsqueda por otros lares.

Vemos como a lo largo de la humanidad, grandes celebridades o personas de una gran fortuna, tomaron la peor decisión, el suicidio.

Parecería como que, estamos en la constante búsqueda de cubrir esta necesidad interior, y que equivocadamente una y otra vez queremos suplir con factores externos, al pensar que ellos cubrirán esa falta tan profunda.

Hay situaciones donde creo, hasta es difícil de explicar las vivencias, porque solo tiene el real valor para el dueño de la experiencia.

Hace menos de una año, lamentablemente, tuve que vivir la pérdida de un ser querido del seno de mi familia, son esas situaciones donde pareciera que de repente, uno debe bajarse del ritmo que las obligaciones y responsabilidades nos imponen, para confrontarnos con una de las realidades de nuestro paso por esta tierra, la muerte.

Fue ese uno de los momentos donde pude experimentar como una gran realidad las palabras que Dios dejó para nosotros:

“Dios les dará, esa paz que la gente del este mundo no alcanza a comprender, pero que protege su corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.” (Juan 16:33)

Es esa paz que sobrepasa todo entendimiento humano, toda lógica.
Recuerdo que estaba triste, pero no desesperado, dolido por una pérdida temporal, pero con una gran paz y tranquilidad interior, que solo puede ser patrimonio y entendida por aquellos que alguna vez han tomado la decisión de seguir al dueño de la paz verdadera.

¿Estas viviendo alguna circunstancia especial que te hace desesperar?

Jesús te quiere decir:

“Estas cosas les hablé, para que en mi tengan paz. En el mundo tendrán aflicción, PERO confíen, Yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33)


Que alegría me da todo lo que continua a la palabra “PERO”, porque muchos son los que viven solo la primera parte, “En el mundo tendrán aflicción”. Gracias a Dios que no termina allí, porque Jesús ha vencido al mundo.

Y eso significa que quiere darte esa paz, que va mas allá de cualquier lógica humana, El quiere darte esa paz que dejo para ti, pero no como el mundo la da.


Una paz que excede todo conocimiento, disponible para todo aquel que la busca.

Pero solo hay un lugar para hallar el oportuno socorro: JESUCRISTO.

Corre hacia El, y encontrarás la verdadera paz.



Autor: Fabio Miguel Pereyra

domingo, 6 de mayo de 2007

Cuanto vales?


¿Alguna vez te hiciste esa pregunta?, si no es así, quizás esta sea una buena oportunidad para que te detengas cinco minutos y te la hagas, ¿cuanto vales?
Cual es el valor que crees que tú tienes, y si fuera que crees que es mucho o poco, ¿estás seguro que condice con la realidad?

Para responder esta pregunta, tendríamos que analizar el factor que determina el valor que nos asignamos. En muchos casos hemos comprado la opinión de otras personas, respecto de nuestro valor, y en virtud de esa calificación manejamos nuestras vidas, tomando decisiones, condicionados por ese valor asignado.

Escuche de personas que han crecido con el discurso de sus padres u otra autoridad, diciendo que eran incapaces de alcanzar ciertos logros, o no aptos para realizar tal o cual actividad. Seguramente el niño que crezca escuchando acerca de el que no puede, o que no sabe, o que no sirve, seguramente desarrollará una personalidad con áreas de inseguridad, ya que compró esos discursos que le robaban cualquier dosis de confianza en si mismo.

En mi opinión es muy importante lo que creemos acerca de nosotros, ya que actuamos de acuerdo a lo que creemos que somos, por ejemplo, si tu crees que no tienes condiciones para poder estudiar, es más que probable que nunca pienses en iniciar una carrera universitaria, ya que tu creencia acerca de ti mismo te condicionará, y por consiguiente abortará muchas posibilidades de superación en lo intelectual o profesional.
Vemos así, como la estructura de pensamiento nuestra o de terceros nos condiciona.

¿Pero que sucede cuando el valor que compramos acerca de nosotros no es el real?


En nuestra sociedad, por lo menos en la cultura occidental, esta muy arraigo el siguiente concepto: Dime cuanto tienes y te diré cuanto vales, para muchos el valor de las personas está en sus recursos económicos. Este concepto, influencia a muchos, creando así pocos valiosos y muchos sin valor.

Llevando este tema hacia lo transaccional, si pensamos en el valor de algún objeto preciado, si podemos darnos cuenta del valor que tiene, y esta dado firmemente y reflejado en su precio. Dejando en claro que lo que vale mucho tiene un precio muy alto.

Como cristiano, no pude más que buscar una respuesta en donde creo es el lugar correcto, La Biblia.

De tal manera, amó Dios al mundo que ha dado a su único hijo, para que todo aquel que en El crea, no se pierda mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)

Dios pagó un precio muy alto, entregó a su propio hijo por nosotros, precio de sangre, esto me hace pensar que el valor que nosotros tenemos para Dios es muy alto, tal es así que entregó a su propio hijo por amor a nosotros. Nadie tiene mayor amor que este, que entregó la más preciado por ti y por mí.

Lejos estoy de querer escribir algún texto romántico, o una simple reflexión de amor, no es mi intención escribir líneas que suenen bonitas ni agradable a los oídos, solo trató de plasmar en esta reflexión lo mismo que en todas las otras. La muerte de Jesús en la cruz no forma parte de una fábula que pasó de generación en generación, fue un hecho histórico y real, que tiene repercusión hoy sobre tu vida, no es solo para aquellos que pertenecen a cierta elite, ni para ningún grupo religioso en particular. Jesús esta dispuesto a darte una vida abundante en todo sentido.


El te dice:
Tú no me has elegido a mí, sino que fui Yo quien te eligió a ti. (Juan 15:16)

Por mucho tiempo, al pertenecer a cierto grupo religioso con labores caritativas, pensaba que quizás yo era una buena persona por tomar la iniciativa de “estar” dentro de las cuatro paredes de una iglesia y hacer buenas obras. Cuan equivocado estaba, y cuan ignorante fui, al pensar que la iniciativa fue mía. Gracias a Dios hoy puedo entender que El me buscó primero a mi, y que lo mió solo fue tomar la decisión de decirle si a su invitación.

Seas quien seas, Jesús te esta buscando, y no le importa tu condición, ni tu color, ni tu religión, solo le importas tú.

El no tiene un grupo en particular a donde quiera llegar, El le responde a quien le llama, a todas las clases sociales, a todos los credos, a los agnósticos o ateos, repetiré la frase de un amigo: Aunque no creas en Dios, El sí cree en ti.

La invitación es para todos, ese fue el motivo de su muerte voluntaria en la cruz, poder establecer una relación personal contigo, vino para que tengas una nueva vida abundante.

Volviendo al principio de la reflexión, creo que para Dios valemos mucho, ya que pago muy caro por nosotros, y ese es el real valor de nuestras vidas, y debería ser solo ese concepto el que nos influencie.


Este es tiempo de acercarse a Dios!
En nuestras inseguridades, quiere mostrarnos el camino a seguir, darnos las respuestas que necesitamos a todas nuestras preguntas.

Cuando dices…
“No puedo resolver las cosas…”
Dios te dice: “Yo dirijo tus pasos” (Proverbios 3:5-6)

Cuando dices…
“Me siento muy solo…”
Dios te dice: “No te dejaré, ni te desampararé” (Hebreos 13:5)

Cuando dices…
“Tengo Miedo…”
Dios te dice: “No temas, que yo estoy contigo” (Isaías 41:10)


Cuando dices…
“Estoy muy cansado…”
Dios te dice: “Yo te haré descansar” (Mateo 11:28-30)

Cuando dices…
“Es imposible…”
Dios te dice:”Todo es posible” (Lucas 18:27)

Cuando dices…
“Yo no lo puedo hacer…”
Dios te dice: “Todo lo puedes hacer” (Filipenses 4:13)

Cuando dices…
“No sé como seguir…”
Dios te dice: “Yo te enseñaré el camino” (Salmo 32:8)

Cuando dices…
“No merezco perdón…
Dios te dice: “Yo te perdono” (1°Juan 1:9)

Cuando dices…
“Nadie me ama de verdad…”
Dios te dice: “Yo te amo” (Juan 3:16- 13:34)

Cuando te preguntas…
“¿Qué camino me conduce a Dios…?

Dios te dice: Mi hijo amado, JESUCRISTO (1°Timoteo 2:5)




Autor: Fabio Miguel Pereyra
http://reflexionesbreves.blogspot.com