Exitoso y vacio
Hace unos días atrás mientras viajaba hacia mi trabajo escuche en un programa radial de gran audiencia un dialogo que me llamo la atención y me hizo reflexionar en algunas cosas, en el diálogo participaban dos personas que a los ojos de la mayoría pertenecerían al esteriotipo de persona exitosa de esta época. Uno de ellos es un actor y locutor radial portador de un cartel teatral y prestigioso talento, dueño de salas llenas cada fin de semana , y el otro es un tenista profesional de primer nivel ganador de torneos internacionales de los mas destacados, cualquiera de estas dos personas cada uno en su disciplina han alcanzado un gran prestigio y reconocimiento a lo largo del tiempo debido a su talento y sus logros, son sin dudas poseedores también de un alto nivel económico al punto tal que estoy seguro que ambos podrían vivir el resto de sus vidas sin tener la necesidad de trabajar, muchas personas que desarrollan sus profesiones en el ámbito de la actuación, locución o el deporte profesional invierten sus vidas y luchan día tras día para alcanzar el este nivel de reconocimiento y “éxito” (nótese que pongo la palabra éxito entre comillas).
Tengo la impresión que estos últimos suponen que si algún día alcanzarían dichos logros y meritorias carreras serían totalmente plenos y felices por ver plasmada la recompensa a sus esfuerzos.
Preferiría no dar nombres ni apellidos ya que no creo que sea relevante en virtud de lo que quiero reflexionar, sin embargo me atrevo a detallar algunas de sus sentimientos personales y definiciones que dejaron verter a oídos de todos los oyentes, el dialogo tuvo lugar por mas de veinte minutos al aire y lo resumiría a estas contundentes frases finales:
La vida es una porquería.
Cada vez que termino de cada obra de teatro o cada partido de tenis me pregunto, para que hago todo esto si al final todo es una porquería.
Disfrutemos el momento que es lo único que tiene valor.
No creo en la felicidad
Tampoco creo en Dios.
Estas declaraciones me hicieron pensar en quienes en realidad eran ellos mas allá de cómo los pueden ver los demás , mas que escuchar el dialogo de dos personas exitosas en la vida me parecía estar escuchando a dos seres con un profundo vació en su interior, dotados de muchos recursos profesionales y económicos pero con una carencia muy pronunciada.
Este episodio trajo también a mi mente una oportunidad en mi vida personal cuando me había esforzado por años para alcanzar tres claros objetivos, uno de la vida familiar, otro en lo laboral/profesional y un ultimo en el terreno de lo económico, en cada caso había diseñado un plan especifico para alcanzar las metas anheladas, estos objetivos eran sanos y hasta se podría decir que hasta muy bien vistos a ojos de cualquier persona, sin embargo recuerdo el sentimiento que experimenté luego de alcanzar el logro o el éxito en estas áreas especificas y muy finamente planeadas, dije: Y AHORA QUE? Ya tengo esto por lo que luche por tanto tiempo mientras que al mismo tiempo una sensación de vació me hizo dar cuenta que en verdad eso no era lo que me traería FELICIDAD PLENA .
Quizás muchas veces vivamos en una maratón sin frenos de ansiedades por alcanzar esto o aquello, pensando que el alcanzar el “éxito” en nuestros planes u objetivos personales nos dará plenitud y felicidad.
Quizás debemos recordar las palabras de nuestro Señor Jesús cuando dijo: El que permanece en mi, y yo en el, este lleva mucho fruto; PORQUE SEPARADOS DE MI NADA PUEDEN HACER.
Quisiera hacer énfasis en la expresión: separados de mi nada pueden hacer,
Me atrevería a traducirlo de esta manera, como que Jesús nos dijera: Por mas que hagas lo que hagas si estas lejos mió NADA SIRVE.
Tengo la convicción personal que fuimos diseñados por un Dios de Amor que puso en nuestro interior la necesidad de vivir cerca de El y así poder experimentar la plenitud verdadera, la vida abundante y la satisfacción interior de cumplir el propósito para el cual fuimos creados, conocerle a El.
Quizás en nuestras vida buscamos y buscamos plenitud en otros lugares para sentirnos completos olvidando que solo seremos plenos viviendo cerca de quien nos creo, recuerdo las palabras de un amigo personal el cual dice: Necesitamos a diario repetir el ejercicio de volvernos a Dios, y creo que esta variante aplica para todos, los que crecieron dentro de ámbitos religiosos y los que no tuvieron el privilegio de escuchar todavía aquel que los esta buscando incansablemente para hacerle experimentar el verdadero éxito, su nombre es Jesús.
Tengo la impresión que estos últimos suponen que si algún día alcanzarían dichos logros y meritorias carreras serían totalmente plenos y felices por ver plasmada la recompensa a sus esfuerzos.
Preferiría no dar nombres ni apellidos ya que no creo que sea relevante en virtud de lo que quiero reflexionar, sin embargo me atrevo a detallar algunas de sus sentimientos personales y definiciones que dejaron verter a oídos de todos los oyentes, el dialogo tuvo lugar por mas de veinte minutos al aire y lo resumiría a estas contundentes frases finales:
La vida es una porquería.
Cada vez que termino de cada obra de teatro o cada partido de tenis me pregunto, para que hago todo esto si al final todo es una porquería.
Disfrutemos el momento que es lo único que tiene valor.
No creo en la felicidad
Tampoco creo en Dios.
Estas declaraciones me hicieron pensar en quienes en realidad eran ellos mas allá de cómo los pueden ver los demás , mas que escuchar el dialogo de dos personas exitosas en la vida me parecía estar escuchando a dos seres con un profundo vació en su interior, dotados de muchos recursos profesionales y económicos pero con una carencia muy pronunciada.
Este episodio trajo también a mi mente una oportunidad en mi vida personal cuando me había esforzado por años para alcanzar tres claros objetivos, uno de la vida familiar, otro en lo laboral/profesional y un ultimo en el terreno de lo económico, en cada caso había diseñado un plan especifico para alcanzar las metas anheladas, estos objetivos eran sanos y hasta se podría decir que hasta muy bien vistos a ojos de cualquier persona, sin embargo recuerdo el sentimiento que experimenté luego de alcanzar el logro o el éxito en estas áreas especificas y muy finamente planeadas, dije: Y AHORA QUE? Ya tengo esto por lo que luche por tanto tiempo mientras que al mismo tiempo una sensación de vació me hizo dar cuenta que en verdad eso no era lo que me traería FELICIDAD PLENA .
Quizás muchas veces vivamos en una maratón sin frenos de ansiedades por alcanzar esto o aquello, pensando que el alcanzar el “éxito” en nuestros planes u objetivos personales nos dará plenitud y felicidad.
Quizás debemos recordar las palabras de nuestro Señor Jesús cuando dijo: El que permanece en mi, y yo en el, este lleva mucho fruto; PORQUE SEPARADOS DE MI NADA PUEDEN HACER.
Quisiera hacer énfasis en la expresión: separados de mi nada pueden hacer,
Me atrevería a traducirlo de esta manera, como que Jesús nos dijera: Por mas que hagas lo que hagas si estas lejos mió NADA SIRVE.
Tengo la convicción personal que fuimos diseñados por un Dios de Amor que puso en nuestro interior la necesidad de vivir cerca de El y así poder experimentar la plenitud verdadera, la vida abundante y la satisfacción interior de cumplir el propósito para el cual fuimos creados, conocerle a El.
Quizás en nuestras vida buscamos y buscamos plenitud en otros lugares para sentirnos completos olvidando que solo seremos plenos viviendo cerca de quien nos creo, recuerdo las palabras de un amigo personal el cual dice: Necesitamos a diario repetir el ejercicio de volvernos a Dios, y creo que esta variante aplica para todos, los que crecieron dentro de ámbitos religiosos y los que no tuvieron el privilegio de escuchar todavía aquel que los esta buscando incansablemente para hacerle experimentar el verdadero éxito, su nombre es Jesús.
Autor:Fabio Miguel Pereyra
Bases del autor: San Juan : 15,5
4 comentarios:
Quizá el paradigma actual que reemplazó a la felicidad, el éxito, tiene mucho que ver con esto.
La gente es medida por sus pares en base al éxito que tiene, pero no en base a si ha logrado o no la felicidad.
La masa te perturba la mente impulsándote a tomar medidas tendientes a lograr éxito. Y sin darte cuenta te olvidas que es más importante ser feliz.
¿Quien quiere sacarse una foto al lado de alguien que es feliz? ¿Y como saber quien es feliz?
Pero todos quieren la foto al lado del exitoso.
Lo paradójico de esto es que para ser exitoso puedes ser creyente, ateo o satanista, pero para ser feliz, verdaderamente feliz y sin caretas, necesitas amor.
Y de amor solo hay una fuente genuina...
¡Bendiciones!
Dany
Bien dijo mi amigo Dany! La felicidad genuina no es pasajera ni se vive de a ratos, y solo viene de un solo lugar, de arriba!
Un abrazo!
Fabio Pereyra
Puedo dar testimonio de algo que siempre vivi, y es que Dios nunca va dejar que nos falte algo.En cualquier situacion que se encuentre un hijo de Dios, El siempre esta presente y esta en control, aunque pueda haber momentos en donde parece que esto no es asi. Dios no se maneja con los parametros con los que generalmente nos manejamos nosotros, por eso es Dios, un Dios de amor incondicional, con iniciativa y pasion por sus hijos. Gloria a su nombre!!!!
Si encuentro en mi mismo deseos que nada en este mundo pueden satisfacer, la única explicación lógica es concluir que fui creado para otro mundo – C.S. Lewis
Creo que no depende que consigamos o que no consigamos. Sino que a veces debemos saber que en este mundo no hay NADA que nos pueda satisfacer completamente! Gracias por la visita y el comentario
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